"Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

viernes, 31 de mayo de 2013

Puerto Lápice. Plaza y venta

Plaza de Puerto Lápice. Ciudad Real
No eran “las del alba” pero si a temprana hora cuando llegamos a Puerto Lápice – inmortal lugar cervantino de inicio de las aventuras del hidalgo- para admirar, ya pie a tierra, su recoleta plaza porticada y manchega, con su tradicional arquitectura y de los colores, también manchegos, de la blanca cal, el rojo almagre de sus maderas y un recóndito azul añil.

Debidamente documentada fotográficamente la plaza, nos dirigimos a La Venta –denominada de Don Quijote- señalada su situación por el incesante ir y venir de los turistas. Es, en principio, un hermoso edificio con un especial patio empedrado y encalado con sus lados porticados y estancias, del que sobresale –junto a la hierática figura escultórica del hidalgo Don Quijote y sus armas, un pozo y una pila o abrevadero de piedra berroqueña ya desgastada. Completan el paisaje una galera, especie de carro manchego, tinajas y otros aperos.

El lugar propicia que en la mente revoloteen capítulos quijotescos sobre arrieros con el abrevar de sus caballerías, el ventero con usado mandil, mozas recatadas y la frustrante pelea con los pellejos de vino y el origen de su proyecto y calamidades “a pesar de ser un lugar muy pasajero”.

De tan espectacular recuerdo y lugar, partimos en la búsqueda de otros protagonistas de la época y de la novela. Ya os los presentaré. Ahora, las fotos de los dos puntos que enuncian la entrada de hoy.















La Venta de Don Quijote










lunes, 27 de mayo de 2013

La Rosaleda del Retiro

En Madrid hay dos rosaledas de cierto “fuste”. La del Jardín del Buen Retiro es una de ellas. La segunda la del Parque del Oeste.

La visitada hoy es la primera, integrada al sur del citado jardín del Buen Retiro y diseñada en 1915 por el Jardinero Mayor, Cecilio Rodríguez, siguiendo la tendencia europea de la época en cuanto a parques y jardines. De forma elíptica y delimitada por seto del resto del jardín, contiene dos fuentes rodeadas de parterres y elegantes arcos de hierro a los que se aferran con formas ornamentales las múltiples y variadas clases de rosales -del orden de unos 5.500- identificados por especies y repetidas en zonas simétricas.

De la extensa colección fotográfica que su amplitud y belleza permite obtener, dejo aquí algunas con las que magnificar su disfrute de colores y perfumes sencillos.